Hay
estudios científicos que desmitifican algunas “primeras
impresiones” negativas de la sociedad.
Por ejemplo, un experimento de la University of Queensland en Australia, dejó en claro que escuchar Heavy Metal (o estar en silencio) ayuda a disminuir niveles de emociones negativas, luego de inducir emociones de ira y aumentando los niveles de hostilidad, estrés e irritabilidad.